Hola nois/es:

Siguiendo con mi intención de realizar una buena recopilación de relatos moteros, os invito a leer éste: "TT Spirit of Speed"

Hay muchos tipos de relatos relacionados con el mundo de las motos, algunos de ellos quedan algo lejos de mis gustos y preferencias por diversos motivos, no me considero un mojigato, ni un pureta, o reprimido, pero en mis blogs, miro de apartar todo tipo de machismo, violencia, alcohol, sexo y todas esas cosas que tanto gustan hoy en día a casi todos...

No obstante, reconozco que con ello, limito mucho éstas recopilaciones, privándo a los lectores de narraciones de calidad e interesantes.

No he podido resistir la tentación de recoger el siguiente relato del misterioso Sulaco, un motero de Miranda de Ebro que allá por los años 2003-2004 participaba activamente en diversos foros, entre ellos Moteros.com y del que no he conseguido averiguar casi nada más, que habrá sido de él y de su preciosa Suzuki GSXR- 600?



El relato empieza así...
"Mi abuelo siempre fue para mí el puto amo, hasta en el día de su entierro dejó su marca de la casa, en vez de una ceremonia católica con misa y posterior penoso viaje hasta el cementerio municipal, antes de morir dejo claras y explicitas instrucciones por escrito y ante notario de cómo debía ser su despedida.
Debo decir que su muerte fue como y cuando el quiso, tras diagnosticarle un cáncer de estomago, y según sus propias palabras, haber disfrutado de una larga y plena vida…no quiso someterse a un largo y más que seguro ineficaz tratamiento, se limitó a disfrutar de la vida hasta que el dolor y el malestar se agudizaron y tras haber tomado sus medidas una noche se tomó una pastilla
Que me juego el cuello se la dio su buen amigo el doctor Rosell y murió placidamente mientras dormía.
Por supuesto que ni yo ni mi familia nos tomamos su muerte tan bien como mi abuelo, y en mis diecinueve años de vida puedo asegurar que fue la primera vez que vi a mi padre llorar y venirse abajo como un bebé.
Tampoco me voy a hacer yo el héroe… cuando mi madre me despertó y me lo dijo, las lágrimas se agolparon en mis ojos y sentí como si me arrancasen algo de dentro de mí.
Me levanté corriendo y fui hasta su habitación, mí padre sentado en su cama lloraba como un niño mientras leía una carta.
Caminé acongojado hasta llegar a su lado y contemple el rostro sereno y de apacible expresión de mi abuelo.
“Adiós abuelo...”me despedí y me largué corriendo.
Salí de la casa descalzo y en ropa interior y corrí por el húmedo césped sin rumbo.
No sé cuanto tiempo después acabé en medio de la recta de meta del circuito y agotado me senté sobre el negro y frió asfalto hasta que mucho después por fin se me agotaron las lagrimas."

Si os interesa podéis leerlo aquí:
http://terraxamanrutes.blogspot.com/2007_06_07_archive.html

Os gustará.

V'ssssssssssss