Este domingo no he tenido la compañía del amigo Chato, pero aun así me he vuelto a echar al monte a pasar el dia.
El cielo amenazaba lluvia y el algún tramo el viento era incluso peligroso, pero la temperatura para esta época del año era ideal, incluso tirando a fresco.
Primeras fotos nada mas pasar “la frontera” con Soria
Sigo por un barranco entre campos de cereales
Para poco después tomar una pista que poco a poco va ascendiendo
Dejo atrás el puerto de Oncala y el pueblo que lleva su nombre.
Para seguidamente enlazar con una pista de eólicos que va por la cima de la montaña a mas de 1.700m. de altitud.
El viento aquí no es que sea molesto, es peligroso, no puedo circular a mas de 30 km/h y tengo que ir con la moto tumbada hacia donde viene el aire para que no me saque del camino. Las nubes sin embargo corren que se las pelan.
Hay momentos en que la niebla no deja ver nada.
Pero hay otros en que un espacio enorme se abre ante mi.
A este eólico no se que le abra pasado, imagino que a sido un rayo, pero la verdad es que lo ha dejado un poco chamuscado.
Después de 15 km de pista a merced del viento, cojo un desvío hacia la izquierda para iniciar el descenso
Aprovecho que aquí no hace tanto aire para dar un paseo entre los pinos
Entre tanto pino de repoblación, aparece este ejemplar que seguro lleva muchos más años aquí.
Al fondo se ve la N111 ascendiendo hacia el puerto de Piqueras, y detrás, parte de la Sierra de la Cebollera.
Cruzo la nacional y me meto por terreno totalmente desconocido para mi.
En principio la subida es suave.
Pero el camino no deja se subir hasta que se corona la cima y por ahí es por donde transcurre varios km. Consultando posteriormente el mapa, este pico que no se ve a causa de la niebla, es “La Mesa de Cebollera” de 2.168 m.
Voy completamente a ojo y en los cruces que me salen, me guío por mi intuición, procurando coger siempre lo que me parece la pista principal.
Las vistas, a pesar de que el dia no acompaña por la niebla son espectaculares.
Subo andando a un punto en el que si miro de frente, aparece el embalse de Pajares, en tierras riojanas
Y si me giro a la izquierda, al fondo diviso el embalse de la Cuerda del Pozo al lado de Vinuesa y ya en tierras sorianas
Después de varios km por la cima llego a un cruce y me surge el dilema:
- a la derecha significa (o por lo menos eso creo), continuar la aventura sin saber muy bien a donde voy a ir a parar,
-a la izquierda el camino parece que va hacia abajo y me llevará de nuevo a la civilización.
Son las 5 de la tarde, todavía no he comido, y no me quiero perder a estas horas, así que me rajo y me voy por el de la izquierda, pero volveré, por que aunque intuyo hacia donde va el otro camino, quiero verlo con mis ojos .
No me he equivocado y tras varios km acompañado de un riachuelo, el camino termina en un pueblo al lado de la carretera
Una vez situado donde estoy, ya por pistas conocidas voy cogiendo dirección de vuelta a casa.
Pero ya que no he comido, por lo menos tendré que merendar, y este es un buen lugar para poner la mesa.
Me cuesta más preparar el bocata que comérmelo y siendo la hora que es, no me entretengo y salgo pitando para casa.
Esta estampa del Moncayo me indica que en 10 minutos estaré en la ducha
Y después de 7,30 horas de moto y 192 km , la ducha es una bendición, pero de esto no pondré fotos ;-) .
Un saludo y hasta la próxima
P.D.
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