Esta es la crónica de un encuentro entre dos personas que nunca antes se habían visto y después de compartir ruta, comida y pausadas conversaciones. Horas más tarde se despiden como amigos.
Verdaderamente hay cosas que te hacen reconciliarte con este mundo.
A lo que vamos… después de un intento fallido, por fín el domingo los dos disponemos de tiempo ( en mi caso también de moto ) y quedamos para hacer unos km por los dominios de Sánchez. La costa lucense en la frontera con Asturias.
Quedamos en la gasolinera de A Pontenova. A unos 35 km de casa de Sánchez y 240 de la mía… Después de la presentación de rigor y los alagos a nuestras monturas nos dirigimos a un pueblecito a tomar un reconfortante cafetito. De allí tiramos por carreterillas hasta Taramundi para seguir subiendo por tierras astures.
Primeras fotos:
Seguimos subiendo por una carreterilla donde los valles y gargantas se suceden. Las vistas son espectaculares. A ambos lados vemos manadas de caballos que huyen asustados al oir nuestros motores y rebaños de vacas que ni se inmutan.
Otra paradita para hacer fotos:
Sánchez llama a Mari para quedar a comer en el puerto e iniciamos la bajada a la costa. Si la subida fué espectacular, la bajada no fué para menos, siempre entre valles y con la costa al fondo.
Después de una suculenta cata de los manjares que nos da el mar, nos despedimos de Mari y continuamos ruta. Nos dirigimos a un mirador desde el que se divisa toda la ría que divide Galicia (a este lado) de Asturias (al otro)
Bajamos de nuevo para continuar estata vez por lo llano. Bordeando tranquilamente la costa, recreándonos la vista con las preciosas playas lucenses:
Después de un heladito en una terraza con bonitas vistas a la playa, Sánchez me lleva por una estrecha carretera que enlaza con una empinada pista, que acaba en un mirador, del que me advierte que la panorámica es impresionante. No ha exagerado.
Las fotos hablan por sí mismas:
El amigo Sánchez
El menda
De aquí bajamos por una carretera de interior que desemboca en la Nacional 340.
¡Que pronto se acaba lo bueno! A Sánchez le esperan sus invitados y a mí 230 km de vuelta. Nacional hasta Lugo y después A6 hasta casa. Qué aburrida es la autopista después de lo vivido.
Un día de moto disfrutado con intensidad y un nuevo amigo.
Ahora el testigo cae de tu lado Sánchez: la segunda parte de esta crónica, que aunque me hagáis una visita en coche, queda también pendiente una rutilla en moto por El Bierzo.
¡Me alegro mucho de haberte conocido Sánchez! Un beso para Mari.
Estos chicos son estupendos.
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