La verdad es que cuando una excursión se empieza con ese almuerzo que os metísteis entre pecho y espalda, por narices tiene que salir bien, y a juzgar por el desarrollo de la jornada, parece que así fue.
La berrea es un acontecimiento que merece la pena comtemplar y escuchar, impresiona bastante.
Por cierto, por esos parajes, vuestras motos están pidiendo a gritos unos taquitos.......vosotros también lo agradeceríais.
Saludos.