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Tema: Xino Xano, cronica por Asia Central.

Vista híbrida

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  1. #1
    Ya lleva tacos Avatar de pelon
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    Venga hombre!!! Que te estábamos esperando!!!

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  2. #2
    Ya lleva tacos
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    Venga hombre!!! Que te estábamos esperando!!!

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    Ya voy, ya voy ! ! !

    gracias por esperar y disculpa por la espera

  3. #3
    Ya lleva tacos
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    Dia 49. Martes 06 junio 2017. Tashkent (Uzbekistan) Sushambe (Tajikistan) 565km.














    Noche corta, tras volver del aeropuerto y asegurarme vía SMS que Yolanda ya está a bordo del avión que la lleva a Moscú me duermo un rato… y como no me pongo el despertador me despierto a las tantas!


    Así que tras desayunar, cargar la moto y descubrir que se ha ido la luz en el hotel termino saliendo a las 10:30, tarde, muy tarde, y luego pagaré las consecuencias.


    En el Hotel no me saben indicar donde conseguir gasolina, así que sigo con la dinámica de todos los días, preguntar en los semáforos donde los conductores te van indicando hasta lograr dar con la dichosa y escasa gasolina. Finalmente llega un momento que me dedico a ir dando vueltas en una calle, de un extremo me indican en el otro sentido, y cuando llego al final me indican de nuevo en la dirección que vengo…recorro tres veces la calle sin logar dar con la gasolina, ni embudos en el suelo, ni garrafas, ni una sombrilla con botellas de colores… nada, pregunto de nuevo y el señor que me mira con cara de no entender nada me señala al frente, donde hay una flamante gasolinera.










    Llevar mas de 1500 km recorridos en el país encontrando todas las gasolineras cerradas y repostando en garrafas me han hecho pasar desapercibida la tremenda gasolinera que tengo frente a mi, parece que finalmente el mercado negro no funciona en la capital del país.






    Con el deposito lleno de unos miserables 80 octanos me dirijo a la frontera de Tajikistan, unos 150 km dirección sur, sin perdida aparente.


























































    Tras un par de horas de conducción, al llegar a lo que parece el final del país, Bekobod, un amable señor de uniforme verde y Kalashnikov al hombro me dice que no, que por ahí no paso, y que me vuelva por donde he venido, que por lo que a él respecta yo ahí no tengo nada que hacer.
















    Yo no salgo de mi asombro, hay una barrera a medio levantar por donde los paisanos del lugar pasan agachando a cabeza, pero a mi no me lo permiten.












    Le saco el mapa para que me indique donde puedo cruzar la frontera, y sorprendentemente parece que es el primer mapa que ve en su vida. Le da vueltas, mira y remira, se pasa de frontera y país con el dedo, recorriendo la superficie sin lograr saber que son esas líneas y letras, así que le busco el nombre que me repite una y otra vez , se lo señalo, y por su parte con una estúpida sonrisa da por zanjada la conversación y me pide tabaco.


    Lo mando a paseo y doy media vuelta, pregunto en la gasolinera y en el puesto de venta de agua y todos me indican con el dedo hacia el paso donde el militar no me deja pasar, y tanto mi GPS, el mapa en papel y google maps me indican que la frontera es donde estoy, pero me veo obligado a retroceder en busca de un paso de frontera desconocido donde poder salir del país, pues no es cuestión de seguir discutiendo con el de la gorra.


    Deshago 25 km de carretera hasta donde me indicó el imbécil de uniforme, allí no hay nada, así que continuo 20 km más hasta un control policial de carretera por el que pase varias horas atrás donde pregunto de nuevo, y esta vez parece que estoy de suerte. Me señala una verja donde hay varios camiones aparcados pero ni un solo cartel.












    Como no me fio un pelo me acerco hasta la puerta y entonces me aparece otro Kalashnikov y un paisano intentando cambiarme los SOM uzbekos por la moneda tayika, así que no hay duda, esta vez hemos acertado.












    Me deshago de la moneda a un cambio que creo es aceptable y paso al control de acceso, me abren la verja y empieza el juego de los papeles y por desgracia algo ya común, como son los militares borrachos.














    Resumiendo os diré que me tocan las narices de manera cansina, pero como ellos llevan la pistola al cinto no me queda otra que adoptar la postura del extranjero tonto y amablemente cagarme en toda su familia, eso si, con la sonrisa en la boca.


    Al grupo de militares se les alegra el dia, pues ha llegado el motorista occidental con el que reírse, no, perdon, de el que reírse. Se dedican a soltar bromas que ellos entienden y se rien, rebuscan entre mis cosas, y con toda la paciencia del mundo entro en su juego y así pasamos el rato, ellos no tienen prisa y yo que soy su entretenimiento me rio con ellos y me cago en sus muertos, pero insisto, de buen rollito.














    Finalmente logro salir de Uzbekistan, es la frontera, tanto de entrada como de salida donde peor gente y más mal educados he encontrado hasta el momento en este viaje, dando una horrible imagen totalmente contraria del resto de los habitantes del país.











    Ahora seguimos con la entrada a Tajikistan, y esta vez pues lo normal, pasaporte 2 minutos y catakrak! sello estampado!




















    Entonces sigo con los tramites y me hacen pasar con la moto por una piscina medio charco asqueroso donde no se ni la profundidad ni lo que hay ahi dentro!!! Cocodrilos? Desinfectante? Y si me caigo?


    Gracias a la pericia que me caracteriza y sobretodo a la buena suerte que me acompaña consigo salir sin meter las botas en él y empezamos con los papeles de la moto.














    Paso dentro de una especie de almacén y el colega de uniforme de turno me pide que aparque y espere, mientras entra a un despacho.


















    Tras 30 min esperando a la sombra, uno que hay por ahí me mira sin saber que hago esperando y me dice que pase, y resulta que el desgraciado que me dijo que esperara está sentado en el despacho viendo la tele.




    Me atiende otro que me cuenta no se qué milongas, a lo cual yo le digo que si, y a veces que no, pues a saber lo que me está contando el paisano. Pero lo importante es que hace los tramites en el ordenador y después esperamos que salgan los papeles...y esperamos...y esperamos... la impresora debe estar estropeada desde que la pusieron, pero debemos esperar una señal divina que finalmente llega, le hace ver la luz al amigo, y para que yo me marche hoy y él se pueda ir a casa decide hacer de nuevo los papeles a mano.
    Tarda tres minutos, pago 10$ y me dice que ya me puedo ir... Debo haber estado más de una hora para esos tres minutos.












    Ya estoy en Tajikistan!












    Lo primero que me llama la atención del nuevo país es que los campos son verdes, no hay cultivos de algodón y al fondo veo montañas por primera vez desde hace miles de km! Y además hay gasolineras a cada rato! Me pregunto cómo puede cambiar tanto el mundo tras una simple verja…




















    En fin, con estos pensamientos y otros más que me acompañan me dedico a tirar millas de nuevo, son las 4 de la tarde, estoy más cerca de mi origen que de mi destino, (me quedan más de 350 km a Dushambe), donde quiero pasar la noche, y para terminar de redondearlo el GPS me dice que llego a las 9 de la noche pero a las 8 oscurece. Como siempre el maldito chisme se equivocará, ya querría yo llegar a las 9 ! !














    (carteles del dueño/presidente del pais, por si eres nuevo, como yo, y aun no sabes quien manda aquí)








    Así que apretando el culo y dando gas me acuerdo una vez más del mantra que me comentó Llorenç el dia que me brindó su amistad junto a sus amigos en una estupenda calçotada recordando su pasado viaje por la zona, ese que a las 6 de la tarde tienes que tener el huevo puesto en el nido, ya que a las 7 oscurece y si a las 8 sigues rodando estas vendido…




























    El paisaje se compone de campos de cultivo y montones de gasolineras que derrochan octanos al que los quieran pagar, y poco a poco me encuentro con unas brutales montañas que suben y suben y no terminan nunca de subir.












    La carretera pasa de mala a peor, me encuentro cientos de camiones circulando por esa carretera de montaña que los hace ir a 15km/h dejando un rastro negro de humo que me como de todas todas, también me encuentro peajes donde amablemente me hacen pasar por un lado para no pagar y algún control militar que cuando el sorprendido oficial de turno me quiere dar el alto yo paso disimuladamente como si no me hubiera enterado.






















    Conforme pasa el tiempo y asciendo la montaña la temperatura baja y baja, yo la ataco con la alegría que derrocha la Teneré que va quemando gasolina de 95 octanos con una energia que hacía semanas que no tenia, y con esa nueva vitalidad recuperada nos liamos a adelantar camiones como posesos.




















    Paso un par de túneles, el primero más o menos, pero el segundo da miedo, mucho miedo, oscuro, lleno de agujeros y de agua que cae de las paredes, y lo peor es que con un nivel de contaminación que casi logra que muera de asfixia en el interior, pero como mal bicho que soy veo al final la luz que me llevará a la bocanada de aire fresco. No me sorprende que en mi mapa los indique como “dangerous tunnel”.






























    A la salida del primero me hago unas fotos, pero viene el omnipresente militar de kalashnikov al hombro y me suelta una reprimenda, como si a estas alturas yo no supiera bien que está prohibido hacerse una foto tras sobrevivir al maldito túnel.




    Tras soltarme la arenga y repetir los dos juntos aquello de “no lo volveré a hacer más” se ofrece amablemente a sacarme unas fotos con un buen encuadre, no eso que yo estaba haciendo con una mano sin quitarme el casco… en fin, que el género humano nunca dejará de sorprenderme.












    Tras desearnos buen viaje y recuerdos a la familia retomo el camino de bajada,


























    Segundo tunel del horror,










    Esta es la vista que te encuentras al salir, montañas de mas de 4mil metros y el pico Gaznok que esta muy proximo a los 5 mil metros de altura, y yo tiritando de frio...








    Voy alterado, con prisa, pues hace rato que no veo el sol entre las montañas, pienso repetidamente en relajarme, hacer con calma la carretera y dormir donde pueda, pues la oscuridad avanza más deprisa que la distancia que recorro, pero lo que veo no me motiva a parar.





















    Las montañas son impresionantes, la carretera revirada, las caídas son de miedo, los guarda raíles inexistentes, y solo logro encontrar algún aislado garito de carretera para camioneros y cunetas de piedra donde es imposible montar la tienda, pues aquí no crece nada, a pesar del rio que discurre por el fondo del barranco.




























    Me resigno a ir poco a poco hasta llegar al final del descenso, hago unos km tras un coche que me ilumina el camino, pero su experiencia en la carretera o inconsciencia al volante hace que lo deje ir y aflojo de nuevo el ritmo, no quiero pasar la noche en el fondo del baranco.


    Finalmente tras unos 100km de total oscuridad y mucho cuidado logro llegar a la entrada de Dushambe.




    Paro bajo la luz de la primera farola que encuentro, me intento relajar y busco en el GPS el hostel más cercano a mi posición. Tras callejear un rato logro dar con él y con la oscuridad que me persigue, pues se ha ido la luz en media cuidad y a pesar de mis dudas aporreo una puerta metálica que me indican los vecinos acostumbrados a ver gente rara merodeando por la zona con cara de perdidos.




    Son más de las 10 de la noche, así que cuando me dicen que no tienen habitaciones individuales termino pagando una triple para mi solo … solo quiero una ducha y dormir, y no me apetece una litera en habitacion de 8 personas.














    Al final son casi 600 km, dos fronteras, dos países y lo peor del dia es que me he perdido la mitad de las impresionantes vistas de las montañas por hacer la ruta de noche.




    No, si ya lo se, no lo volveré a hacer más.








    GASOLINA 50.400 SOM ( 6,3 $ ) 18 LITROS ( 2800 SOM LITRO)


    14.000 SOM ( 1,75$ ) 5 LITROS (2800 SOM LITRO)


    53 SOMIS ( 6,65$ ) 9 LITROS (6 SOMIS LITRO)




    GUESTHOUSE GREENHOUSE 29$.





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