No voy a entrar en el debate pero no me gusta alguna afirmación errónea. Ni todos son ladrones ni hay ninguno 100% decente. Lo que me molesta en Barcelona es el talibanismo pseudoecologista del que hablamos en muchas ocasiones y la prepotencia de políticos en temáticas complejas que no dominan despreciando lo estipulado hasta el momento. Están causando un daño difícilmente reparable.